lunes, 3 de agosto de 2009

Elefante

(...)
Un elefante azuloscuro que camina sobre un colchón de hojas delicadas, un elefante triste como sólo pueden estarlo los elefantes mira desde el fondo de sus ojos diminutos y húmedos, mira y me piensa escribiéndolo y más se le humedece lo que ve, y más delicadamente aplasta brotes hermosos, pisa con lenta solidez las hojas las vuelve polvo y sigue aplastándolo todo en silencio como una bailarina terrible...
Esto que pesa acá en el sentimiento, este paquidermo no sabe dejarme, ojalá buscara pasto nuevo o se fuera a morir a ese lugar de las metáforas cursis, allá donde van a morir los elefantes.




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3 comentarios:

Mariela Palmeri dijo...

yo sólo tengo experiencia con elefantes rosas
considerablemente más alegres
un poco diplópicos, tal vez
sobre todo ante metáforas cursis
y a donde se refugian
con toda su memoria.

Teodoradorna dijo...

y quien no es un poco paquidermo, quien no quiso buscar un lugar para irse y otro para morirse, para hacer desaparecer lo terrible de una hormiga.

muchos abrazos

Teodoradorna dijo...

ohhhhhhhhh no otra vez el mismo texto, creo que me voy a ir yo tambien con los elefantes a morir. jajja