miércoles, 13 de mayo de 2009

todo lo que inventás en el silencio
este terciopelo verde bosque y esta luna.
hay un corazón de lobo en cada mano.
la tersura del agua es un espejo
un reflejo capaz de descubrirte
o de darte la forma de un deseo.

se llamará misterio eso que dice
lo que callan tus pasos?
aberturas y noches que se cierran
para dejarnos libres.
eso, y un perro que ladra anunciando la muerte,
un goteo de patios,
la luz de las costuras de la brea
en el asfalto.


la soledad en el nombre de las cosas
es su rasgo más dulce:
nadie dude de la palabra
glicina,
es la palabra más violeta
es el corazón del mundo de la hormiga.
puedo ver la palabra,
no es apenas su sonido,
es un mundo gestado entre los dientes.

lunes, 11 de mayo de 2009

todas las preguntas del mundo, I

.



los árboles, tiernos por costumbre
desorientados por las siete sin escarcha
no saben qué hacer con tanta copa:
alternan entre verde y amarillo,
esperan el otoño y, por ser ellos
abandonan alguna que otra hoja.
Que dulzura de ver !
humildes barcos pardos
derivando en el agua de un cordón
que repite la luz de los cristales.



(se llamará todavía El Sol esta luz transparencia ?
el reloj de la sangre será este arco en el cielo
que deshilacha nubes, desandares de trenes ?
cadencia apenas en el silencio de los parques, y los pájaros.
latiendo, pesan más estos dos brazos que caen.
suave, el color horizonte,
eso otro que atardece.)



todo lo que se cruza se manifiesta
son eso las esquinas,
los vértices de un mundo que se encuentra con otro
y lo hace pertenencia de sí mismo.
lo más inteligente entra en la audacia
de mirar a ojos llenos ese río de voces
encontrar el matiz más volátil de lo propio
y saludarse como un viejo conocido
después de un largo viaje.

viernes, 8 de mayo de 2009

El Durazno, I


que hermoso plan, viajar en un camión que llevó pinos, todo es un perfume, todo es de resina que se mete en los poros tapados de ciudad, que despeja la sangre embotada de calles, de repetir el ciclo terrible de los subtes y el metal, de las caras ajenas en un asiento de terciopelo falso, del ritual de la vaca y el matadero de la vida común.
Pero si es febrero, y viajas en un camión que va a las sierras, y tenés en las manos la sangre de un árbol y sentís el perfume del aire en la panza y viajás,y viajás,y viajás...