Hoy llovió como a veces llueve por estas latitudes rioplatenses.
En el noticiero,un cartógrafo explicaba el porqué de las inundaciones en determinados puntos -muy transitados por cierto- de la ciudad.
Comentaba que aunque se hicieran obras y mejoras,el agua seguiría acumulándose en los mismos lugares. Porque el agua busca el cauce de los arroyos y canales que todavía, clandestinos y negados, confinados al triste recorrido de una avenida, fluyen bajo el asfalto.
Linda metáfora,pensé, mientras mi guitarra volvía a esa vieja canción y la pava soplaba, y las últimas gotas se demoraban en la reja de la ventana.
jueves, 28 de febrero de 2008
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4 comentarios:
me gusta cuando decís guitarra
con ese gesto íntimo
de quien se aferra a lo que conoce
y ama
como abrazo que deja las fibras vibrando
una canción que es refugio
hermoso.
pensar que la vida -como el agua- transcurre por los cauces que sabe son suyos, aún cuando nosotros le pongamos trabas, diques, títulos, objeciones, todo fluye.
¿para qué luchar?
Saludos desde Tucumán.
www.amaliovilla.com
todos los rios vuelven a su cauce. tarde o temprano, es asì.
saludos,
Charls.
Me encantó.Me dio una melancolía suave leer este texto, cercano y tibio. Perfecto, capturaste un momento banal y lo llevaste a un plano platónico. Suerte.
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